Ya empieza a sonar en el mundo latino el Método Tellington TTouch. Pero ¿qué es? ¿Es un método de adiestramiento? ¿Es un tipo de masaje? … Es todo eso y mucho más.
El Método Tellington TTouch no quiere limitarse a impedir que los animales hagan determinadas cosas sino que busca llegar hasta el fondo de la cuestión para averiguar por qué surgen ciertos comportamientos y encontrar maneras de ayudar a los animales a elegir comportamientos más aceptables.
Tellington TTouch pretende ayudarnos a incidir sobre la salud y el comportamiento de nuestros animales utilizando diferentes tácticas para estimular el sistema nervioso parasimpático, la parte del sistema nervioso que suscita sensaciones de tranquilidad y bienestar. Como bien sabemos todos, si estamos en un estado de alerta y estrés constantes, es imposible aprender y se resiente la salud.
Pero ¿cómo lo hace? El aspecto más conocido del Método Tellington es el trabajo corporal que consiste en ejercer una presión leve sobre el cuerpo de modo que despierta el sistema nervioso parasimpático y pone en marcha el sistema de comunicación celular. Existen varios tipos de TTouches o movimientos:
- deslizamientos
- levantamientos y
- movimientos circulares.
Otro aspecto del trabajo corporal son los movimientos no habituales. Además, disponemos de formas específicas de trabajar determinadas zonas del cuerpo, como las orejas, la cola y la boca.
Una herramienta menos conocida utilizada por el Método son los vendajes corporales. La aplicación de vendas en diferentes configuraciones nos permite llamar la atención del cuerpo a las diversas zonas del mismo. Los vendajes ejercen un efecto tranquilizador y, además, ayudan a los animales a tomar conciencia de su propio cuerpo con lo cual pueden ayudar a corregir irregularidades de postura y de movimiento.
La tercera columna del Método Tellington es el trabajo de pista o la Pista de Confianza. Como indica su nombre, este trabajo ayuda a los animales a concentrarse y, por consiguiente, a aprender mejor. El trabajo es pausado y permite que el animal alcance su punto de equilibrio físico con lo cual tambin o la conciencia de donde se encuentran los al. El trabajo es pausado y permite que el animal alcance su punto de equilibrio fén se consigue un equilibrio mental y emocional. Fomenta, además, el sentido de la propriocepción o la conciencia de donde se encuentran los miembros en el espacio.
¿Para qué sirve? ¿Quién no ha tenido un animal que se ponía frenético cada vez que tenía que ir al veterinario? ¿O que se marea en el coche? Cuántas personas tienen mascotas que padecen ansiedad por separación? Son muchísimos los animales nerviosos o hiperactivos. Y cuando llegan a mayores muchos padecen problemas de las articulaciones. La lista de posibles aplicaciones es larga y muy diversificada.
Lo maravilloso de este método es que se puede emplear con cualquier tipo de animal, desde una serpiente hasta los seres humanos pasando por las aves. El Método nació en los años 70 en el mundo ecuestre cuando Linda Tellington-Jones buscaba formas de contrarrestar los efectos del esfuerzo en los caballos que competían en carreras de larga distancia. La base del trabajo era el método Feldenkrais que Linda había estudiado bajo Moshe Feldenkrais.
Desde el mundo del caballo se extendió al universo canino y de ahí a los demás animales de compañía cruzando por fin el umbral de la terapia humana. La eficacia del método ha asegurado su aceptación entre los profesionales de la salud animal de manera que hoy es utilizado en clinicas veterinarias, peluquerías caninas y otros establecimientos. Su divulgación es mayor en Norteamérica, el Reino Unido, Australia y los países del norte europeo, como Alemania. En muchos países las protectoras y refugios de animales practican el método y forman su personal en él porque han comprobado que los animales sensibles, miedosos y reactivos pueden ser recuperados para la adopción al alcanzar un nivel de tranquilidad y bienestar.
Pero eso no es todo. En el zoológico de Oakland(California) la adiestradora jefe de las jirafas es terapeuta de TTouch y usa el método desde hace muchos años en su trabajo diario. Recientemente un chico que asistió a un curso en Buenos Aires y que trabaja en el zoológico de la capital ha sido nombrado adiestrador de las jirafas por lo que espera poder poner en práctica lo aprendido con sus nuevas «estudiantes».
Ante todo, este método se basa en el respeto, la cooperación y la comprensión. Si hacemos el esfuerzo de entender el lenguaje corporal de los animales y comprendemos lo que nos intentan comunicar, podemos responder mejor a sus necesidades. Si respetamos las emociones de los animales y les damos la oportunidad de elegir en vez de obligarlos a obedecer sin tener en cuenta las consecuencias negativas de la coerción, podemos potenciar el trabajo en equipo y la cooperación, fomentando así la confianza. La confianza es la base de toda relación de respeto mutuo. Cuando existe esa complicidad entre las personas y sus animales la relación no tiene parangón. ¿Podemos permitirnos el lujo de dejar pasar esta posibilidad?
© Mary J. Rodríguez M.A.(Hons); Dip. Ed.; Dip IAZ
Terpeuta certificada de Tellington TTouch P2
Terapeuta de Zoofarmacognosis Aplicada