Vendajes corporales TTouch y la cromoterapia

Gracias a mi amiga y colega de TTouch en Suiza, Lisa Leicht, tengo un juego completo de vendajes TTouch teñidos de los colores de los seis chakras mayores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.

A lo largo de las últimas semanas, he estado haciendo un experimento con Salma, utilizando los vendajes TTouch de colores. Cada noche le he puesto un vendaje de un color, y se ha utilizado el mismo color durante una semana.

Como la mayoría de la gente sabe, cada chakra tiene afinidad con cierta área de acción.

• El rojo corresponde al chakra raíz o Muladhara. Es la puesta a tierra y actúa como los primeros auxilios. Su acción es mayormente física, y el efecto es similar a caminar descalzo sobre la hierba o la arena de la playa. Renovamos nuestro vínculo con la tierra.
• El color naranja es el color del chakra sacral o Svadisthana. El color naranja es el color de la creatividad y está relacionado con los órganos sexuales. Revitaliza y puede fomentar una sensación de alegría de vivir, de manera que, cuando un animal está bajo de ánimo o deprimido, el color naranja puede ser el que necesite. También es conocido por su “efecto árnica”. En la homeopatía, cuando se sufre un shock o trauma, a menudo se administra árnica que previene o evita las magulladuras, bien sean físicas o emocionales.
• El amarillo está vinculado al plexo solar o Chakra Manipura. A menudo decimos que algo nos ha golpeado a nivel visceral, justamente ahí en el plexo solar, y a veces las consecuencias son problemas estomacales o de digestión debido al estrés emocional o la ansiedad. El amarillo da vigor y estimula a nivel mental.
• El verde es el color del chakra corazón o Anahata. Se ha podido demostrar que el verde, el color de la naturaleza por excelencia, es capaz de tranquilizar hasta las almas más turbadas, sobre todo cuando se camina descalzo en espacios verdes o en el bosque. Los japoneses tienen una práctica denominada Shinrin Yoku o Baños Forestales diseñadas para conseguir precisamente eso, la tranquilidad de espíritu. En muchas culturas e idiomas el color verde es el color de la Esperanza de manera que, una vez más, cuando los ánimos están bajos o turbados, el verde es un color muy útil.
• El azul está relacionado con el chakra de la garganta o Visuddha, la sede de la comunicación. En la zoofarmacognosis sabemos que dos de los aceites que usamos, la matricaria y la aquilea, son azules debido a la presencia de la camazuleno. Ambos aceites se emplean cuando existe inflamación, calor o rojez. Definitivamente el azul es un color que imparte tranquilidad y enfría, de manera que los animales sobreexcitados o que ladran en exceso para el gusto de sus tutores podrían beneficiarse de un vendaje azul.
• El color violeta está asociado al chakra corona o Sahasrara. Este es el espacio superior del amor incondicional. También está vinculado al meridiano de Triple Calentador de la Medicina Tradicional China. Fortalece y da equilibrio a todo el sistema.

Algunos me dirán que los perros no ven el espectro rojo/verde y, por supuesto, tienen razón. Los perros no ven estos colores, pero los colores son mucho más que el aspecto visual. Cada color tiene una frecuencia vibracional propia que el cuerpo puede percibir. Incluso más allá del espectro visible hay otras frecuencias que percibimos y que nos afectan sin que nos demos cuenta.

Unos médicos en Cuba realizaron un experimento interesante con la participación de personas ciegas. Se pintó una sala de rojo y otra de azul. Luego se invitó a los participantes a pasar un tiempo sentados primero en una sala y después en la otra. El resultado tan fascinante fue que mientras estaban sentados en la sala pintada de rojo, la gente empezó a sentir calor. ¡En cambio, sentados en la sala pintada de azul, empezaron a sentir frío!

¿Qué implicaciones puede tener esto para nosotros cuando trabajamos con los animales? Significa que —afortunadamente —aunque los perros no pueden ver los colores rojo y verde, sí pueden percibir las frecuencias de esos colores y, por lo tanto, recibirán los efectos beneficiosos de los diferentes vendajes de colores.

El hecho de que los vendajes entran en contacto con varias partes del cuerpo y que las zonas de contacto varían con el movimiento significa que este sentido de contacto pone en marcha una serie de mensajes químicos en el Sistema nervioso a medida que envía mensajes desde y hacia el cerebro a través de los nervios y la columna vertebral, estimulando así la circulación de la sangre y, por consiguiente, las hormonas que transporta.

A nivel sutil y energético, este contacto también ejerce una influencia sobre las chakras y, por lo tanto, sobre el sistema endocrino, ayudando a desbloquear y a equilibrar las deficiencias dentro del sistema de meridianos de los cuales las chakras son los puntos de entrada y salida en cuanto a la distribución de energía.

Mi principal objetivo para Salma al realizar este experimento fue ayudar a fomentar su sentido de autoconfianza. Es una perrita feliz con Buena puesta a tierra, pero, como ya he comentado en alguna otra ocasión, desde su encuentro desafortunado con la perra de una vecina, se pone ansiosa cuando se le acerca otros perros o cuando le ladran.

A lo largo de las últimas semanas, he podido observar que le afecta menos cuando le ladran lo perros y ha sido capaz de gestionar mejor las situaciones cuando se le han acercado otros perros durante los paseos. Otra área donde se aprecian progresos es con los gatos. Cuando ella llegó a nuestra casa, teníamos dos gatitas muy dulces, pero ellas ya no están. La gata que queda en casa es impredecible y muy vocal, lo cual hace que las relaciones con ella sean inseguras. Ahora Salma consigue gestionar mejor el tema de la gata en términos de espacio y movimiento, lo cual es un gran paso adelante. Claro que ambas mejoras se fomentan con el refuerzo positive con el clicker. Todavía le falta camino por andar, pero ¡creo que vamos por buen camino!

La estoy dejando descansar durante unos días y talvez dentro de una semana o así repetiré la secuencia de los vendajes color naranja, amarillo y verde

©Mary J Rodriguez