Me parece que este extracto de una anécdota enviada desde Uruguay es muy ilustrativo de la eficacia de los vendajes. Sylvia llevó su perro a la clínica veterinaria debido a que padecía un trastorno intestinal.

«Pues bien, lo revisaron todo y, como sé que se pone mal cuando lo revisan y demás, me llevé la venda para ponerle el vendaje craneal. Eso hice mientras estaba en la camilla ya que estaba muy inquieto. Ponía la venda y la sacaba..así lo hice varias veces.

Junto al veterinario había una chica que lo ayudaba que seguramente es estudiante o recién recibida (no le pregunté) y ella me miraba con curiosidad cuando le ponía la venda. En un momento, el dr. se fue a buscar la ficha de Oliver y ella quedó auscultándolo y yo le puse nuevamente la venda craneal. La chica se quitó el estetoscopio y me dijo: es increíble cómo lo calma eso que le pones…antes de que lo hicieras, su corazón latía muy apresuradamente y cuando le colocaste eso el ritmo cardíaco bajó inmediatamente a su ritmo normal.

Te imaginarás qué alegría me dio, pues si bien yo sé que lo calma el que otra persona lo comprobara y de forma real a través del estetoscopio me hizo mucho bien, pues ninguno de los otros dres. se tomaron la molestia de decírmelo si lo comprobaron o simplemente lo ignoraron.

Yo sé que tú sabes de sobra el efecto que logran las vendas y los masajes de TTouch, pero me pareció oportuno contarte esta pequeña anécdota.

Obvio que le expliqué de qué se trataba y que no era algo que yo hacía porque sí, sino que una Sra. hace muchos años creó este método y la invité a googlear y buscar más información. Espero que lo haga.»