Los estiramientos de cola TTouch son otra manera excelente de ayudar a los animales a liberar tensiones en la espalda y columna vertebral porque al estirar y soltar la cola suavemente las vértebras tienen la oportunidad de relajarse y realinearse.
La técnica es muy sencilla. Tomamos la cola en una mano – sin agarrar – y colocamos la otra mano sobre el cuerpo del animal para estabilizarlo. Luego nos inclinamos hacia atrás de manera que la cola se estira de forma natural. Otra opción sería usar ambas manos para sujetar la cola, lo que podría ser interesante cuando trabajamos con animales más grandes. Sea cual sea el método elegido, debemos tener en cuenta algunas cosas específicas para que el movimiento sea eficaz y, sobre todo, le resulte agradable al animal con el que estamos trabajando.
- En primer lugar el movimiento debe realizarse lenta y suavemente sin tirones.
- También es importante tener en cuenta que si inclinamos el cuerpo entero hacia atrás el movimiento será completamente diferente de si sólo empleásemos los brazos para tirar hacia atrás. El estiramiento realizado usando sólo los brazos es mucho más abrupto y la sensación es menos agradable para los animales.
- El tercer punto a tener en cuenta es que al soltar el movimiento debe ser lento y suave. No soltamos la cola sin más, sino que acercamos el cuerpo entero al animal volviendo a nuestra posición original. El movimiento resultante es lento, suave y fluido.
El efecto del estiramiento de cola se puede percibir hasta la zona cervical y la base del cráneo. Cuanto más mobilidad y flexibilidad haya en la espalda, mejor. Claro que no todos los cuerpos son iguales. Algunos son más flexibles que otros. Los collies barbudos son particularmente flexibles y ágiles. Recuerdo mi sorpresa cuando hace muchos años adoptamos un perro de la calle (Sería mejor decir que él nos adoptó a nosotros). Acostrumbrada a la fluidez de los movimientos de los beardes me resultó llamativo que Arthur era mucho más inflexible y rígido. Era un cruce y creo que había algo de labrador en su cóctel pero a pesar de su mayor rigidez ¡Arthur fue el perro perfecto!