A pesar de la lluvia, el modulo de observación pudo ir adelante. Fue interesante considerar el comportamiento y el aspecto físico de los perros desde una perspectiva alternativa, intentando averiguar qué aspectos del entorno y de su paisaje interior pueden suscitar ciertos comportamientos y cómo se pueden manifestar en el cuerpo físico. A veces los resultados pueden ser sorprendentes. Incluso conseguimos hacer un poco de observación de los perros en movimiento en el exterior aunque las huellas de la lluvia dificultaron un poco la lectura de los apuntes después. De todos modos logramos descifrarlos.

Es siempre un placer trabajar con este grupo tan ávido de adquirir nuevos conocimientos y dispuestos a participar en todo. Como siempre los perros fueron pacientes y muy comprensivos de nuestras «manías» humanas. El almuerzo fue muy sabroso y bienvenido en un día de otoño lluvioso.

En la foto vemos a Tango dándole un abrazo a Kerry. ¡Qué perro más espectacular!

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