¡No puedo creer lo que ha ocurrido! Anoche, viernes 13 de mayo a las 19:45h Mimi, la pequeña mini pinscher, se fue. Tenía diez años. Vinieron ella y su mamá, Ophie, cuando Mimi tenía tres años a consecuencia de la muerte de su mamá de acogida, una mujer joven de cuarenta y dos años.

Disfrutó de un lindo paseo en la playa por la mañana y estaba tumbada en el sofá como hacía todas las tardes. Yo estaba en el baño contiguo preparando su remedio cuando oí un chillido. Fui corriendo al cuarto y en el plazo de un minuto se fue. ¡¡¡No lo puedo creer!!!

Es increíble el enorme vacío que deja un ser tan pequeño, y son las pequeñas cosas que parecen dejar el mayor impacto y que más se extrañan: el estruendoso golpe cuando saltaba del sofá, su baile y saltos cuando esperaba comer, su ritmo característico al bajar la escalera. La casa parece vacía y desolada.

Cuando Mimi emitió ese grito escalofriante, Salma, que estaba tumbada en el suelo delante del sofá, se levantó de un salto. Primero se alejó y luego, agitada, se acercó en busca de contacto. Normalmente cuando se apagaba el televisor antes de ir a la cama, el sonido era la señal para Mimi de que era la hora de salir y entonces cuando saltaba del sofá con un golpe seco Salma también sabía que era la hora de salir. Anoche no hubo golpe seco, y Salma no se levantó. Tuve que llamarla.  Entonces, cuando llegamos a la puerta, Mimi solía salir primero y Salma seguía, pero anoche no salió. Esta mañana nos está siguiendo por todas partes, desconcertada. Aunque Mimi nunca hizo mucho ruido, se sentía su presencia y ahora sólo hay un vacío.

Nuestro único consuelo es que no sufrió y ahora descansa al lado de su mama, Ophie, que murió hace casi dos años ya, y Sasha, su gran amigo a quien seguía por todas partes.